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martes, 26 de abril de 2016

El Reino del Revés

Hola, hola... ¿Hay alguien de ese lado? ¿Queda alguien todavía dando vueltas por acá?
Esta va a ser una entrada distinta, de catarsis, en la que seguramente me exponga, pero es mas para sacar lo que tengo adentro que nada...

En los últimos dos años, aprendí a vivir en carne propia lo que es el miedo y el acoso. Primero empezó con mensajes de texto, siguió con llamadas, con persecuciones y apariciones antes de entrar al trabajo, a la salida de la facultad, por el centro de donde vivo, a la salida de negocios, se aparecía, se aparecía y otra vez volvía a aparecer. Hasta que me siguió  a mi casa y me toco timbre a los dos de la mañana. Ahí hice la denuncia en la comisaria. ¿Quien era este hombre? Un compañero de trabajo.
La empresa, se comprometió a que iban a hablar con el y que esto no iba a volver a pasar. Yo, que como el común de los mortales, necesito mi trabajo, accedí.
Y así pase el ultimo año, con alguien que me perseguía, y me había seguido hasta mi casa trabajando a 20 metros. Con miedo y viviendo infinidad de situaciones incomodas, aguantándome el radiopasillo y el no te persigas.
Hace un mes, este hombre, me amenazo de muerte. Me dijo que iba a ir a mi casa, que íbamos a ser noticia, y a salir en Crónica. Hasta ahi aguante.
Abogado de por medio, arranco una nueva Odisea. Mientras que el sigue trabajando, yo tengo que ir al psiquiatra por que no puedo dormir. Tengo que escuchar cada vez que cuento lo que paso el famoso "que hice yo para confudirlo y que me persiga" o el "estas segura que no tuviste una relación con el".
En mi trabajo, me dijeron que como no me pego no pueden hacer nada. En la Comisaría de La Mujer, la psicóloga me dijo que tendria que hacer terapia para ver porque en relación a mi infancia esto me afectaba tanto. La perimetral es una leyenda urbana. Las denuncias se pierden.
No puedo volver a mi casa. No tengo mas trabajo. Tengo miedo de ir a la facultad, pánico cuando estoy en la calle. Y el, sigue, tranquilo. Viviendo su vida como si nada, mientras que a mi me robaron la vida.
Porque aparentemente, lo de Ni Una Menos, es una camiseta que acá se usa de a ratitos. Porque a mi me contiene mi familia, pero a la mujer que le pega el marido y no tiene donde ir, que después aparece apuñalada, quemada, o tirada en el Ceamse, seguro no la contenía nadie. Porque en este país todo funciona como el reino del revés: la victima vive en una jaula, y el victimario anda libre.
Porque la bandera institucional del Ni Una Menos, es igual que la justicia: Una Mentira.